martes, 4 de septiembre de 2018

Lisandra o la voz de una mujer

Por María Caridad Guindo Gutiérrez mguindogutierrez@gmail.com
Artemisa encontró a su más joven solista en la voz de Lisandra Edelmis Pulido Kindelán, alquizareña de corazón nacida en San Antonio de los Baños y enamorada de las canciones con sentimiento, ímpetu, fuerza; del bolero, la balada y el góspel, género de origen afroamericano que incluye todas las vertientes de música evangélica destinadas a exaltar el nombre de Dios.
A sus 22 años jamás creyó posible conquistar el primer premio en un concurso cuyo jurado estuviera integrado por Vania Borges, Leo Vera y Niurka Reyes, tres extraordinarios exponentes de la canción en nuestro país, además de Grisel Cedeño, primera especialista del Departamento de Desarrollo Artístico del Instituto Cubano de la Música, y Raidel Salabarría, director de la UEB María Teresa Vera de la Empresa Antonio María Romeu.
“Cuando conocí al jurado me dieron escalofríos pero confié en Dios, en el talento y el don que me dio. Ese resultado me ha ayudado mucho”, y le dio la oportunidad de convertirse en profesional.
Mas, ¿cómo llegó Lisandra a este certamen auspiciado por Dirección Provincial de Cultura? La raíz comienza en la familia. Rodeada de padres amantes de la buena música, muy pronto le nació el gusto por las artes: danza, teatro, entre otras manifestaciones, sin embargo, ganó la melodía que lleva dentro.
“Desde pequeña cantaba en mi casa con mi mamá y a los 11 años comencé en la Iglesia; allí desarrollé mis capacidades. Ya en Secundaria Básica entré en el grupo de creación de la Escuela Anton Nilsson y al graduarme pasé a ser aficionada de la Casa de Cultura con el asesoramiento del instructor Ciro Coello”.
Él le enseñó de todo un poco: apreciación musical, práctica y dirección coral, guitarra, y la convidó a presentarse en el evento para que no perdiera la oportunidad.
“Primero competimos los aficionados de Alquízar y me seleccionaron para el nivel provincial”, me cuenta visiblemente emocionada por el primer premio conquistado en el Teatro del Comité Municipal del Partido en Artemisa.
Lisandra ha participado en disímiles galas y actividades en su tierra; en el Círculo Social, en la Casa de Cultura, hasta en la peña de Niurka Reyes en la Víbora.
Ni ella ni la cantante sabían que formaría parte del jurado. “Mi mamá la contactó y como es una persona tan especial me invitó a su espacio después de escucharme. Despertó en mí el deseo de triunfar y la determinación de seguir este camino.
“En el concurso recibí el cariño y el aplauso del público. Disfruto cuando se acercan y me dicen que les gustó. También agradezco a mi familia: mis mejores críticos porque son muy sinceros y exigentes, con un excelente gusto musical, aunque no poseen formación artística”.
La carrera de Lisandra apenas comienza, y le tocará conquistar al pueblo a partir de sus condiciones vocales,    carisma y humildad. Tales atributos se valoran tanto como cualquier registro alto en un mundo de estrellas y luces, que sin dudas le acompañarán desde ahora.

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