miércoles, 25 de marzo de 2015

Madre, profesional, mujer



Por Susana Alfonso Tamayo
Cordialmente nos abre la puerta de su oficina. En el buró, donde papeles y laptop hablan de ajetreadas jornadas, había quedado por descuido el juguete de su niño pequeño. Así nos recibe Martha Rosa Hernández, en mágica combinación de madre singular y destacada profesional —mujer orquesta como tantas— y todavía con espacio para la sonrisa, la delicadeza, el tono coloquial…


Directora por más de un lustro de la Unidad Científico Tecnológica de Base (UCTB) Alquízar, perteneciente al Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical, Martha ha transitado un valioso camino de saberes y experiencias antes de llegar a tan elevada responsabilidad, marcha de aprendizaje que ciertamente aún no termina.
Esta microbióloga que se inició en la UCTB como especialista en la producción del nematodo entomopatógeno, fue secretaria del sindicato y del Partido en el centro. Actualmente es diputada a la Asamblea Nacional, y funge como vicepresidenta de la Comisión Agroalimentaria.
Sobre la dirección de Frutales, asumida con cinco meses de embarazo, manifiesta que al principio tuvo miedo. “Mi formación es de microbióloga, aunque ya cursé una maestría en Citricultura Tropical. He contado con la colaboración de los trabajadores. Haber transitado por varias áreas me facilita el diálogo; a eso se suman los 18 años vinculada a la estación”.
Además, destaca el reto que ha representado su empresa y los éxitos cosechados hasta ahora, como recuperar colecciones que estaban muy depauperadas.
Diversas han sido las vías mediante las cuales se ha capacitado: la Escuela del Partido, el Diplomado en Administración Pública y la constante instrucción en cuanto a plantas y otros aspectos.
Hoy, madre soltera, Martha agradece el apoyo de su familia, vecinos y la maestra, en el cuidado de su hijo, que cursa el tercer grado. A pesar del nivel de exigencia y disciplina que demanda su cargo y el tiempo que le toma, mantiene el equilibrio entre hogar y trabajo, y asegura no proyectarse de modo diferente en uno u otro espacio.
Respecto a su experiencia profesional y como fémina, pudo debatir en un encuentro de desarrollo local celebrado en Panamá, en octubre de 2014, al cual asistió por la ACTAF.
“Tuve la oportunidad de hablar sobre la maternidad y la igualdad de la mujer en el ámbito laboral, derechos en los que existen diferencias entre cuanto sucede en Cuba y en otras naciones del mundo”.
Tanto desde su rol de federada como de representante de la UCTB Frutales, ha participado en iniciativas comunitarias con personas de la tercera edad, niños y población en general, acerca de la importancia de las frutas para el consumo humano.
No es de extrañar, ante tantos méritos, que fuese propuesta para recibir la medalla 23 de Agosto, noticia que le deparó sorpresa, orgullo y alegría.
Respecto al cercano 55 Aniversario de la FMC y el proceso de fortalecimiento de la organización rumbo a su IX Congreso, declara: “Este promueve la participación de las federadas en cada bloque y secretariado municipal, y pretende acercar a la mujer a todos los procesos que protagoniza el país, como la implementación de los Lineamientos, el rescate de valores y el fortalecimiento de la sociedad cubana”.
Al preguntarle sobre metas, Martha Rosa vuelve a mostrar sus dos grandes amores: llegar al desarrollo pleno de la Estación y que su niño, quien ya muestra interés por las semillas y los frutos, tenga una formación integral.

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