martes, 6 de noviembre de 2018

El regreso de una campeona

Tras un largo período de asueto, Aimé Hernández está de vuelta en el mundo que la apasiona: el remo. La muchacha nacida en Matanzas y devenida caimitense, no pierde tiempo desde su regreso a los entrenamientos para volver a encontrar la forma que la llevó a convertirse en campeona Panamericana.

Desde enero de 2017 volvió a la preparación, aunque por su cuenta; aun así, nueve meses después ya era acogida una vez más en la Escuela Nacional de Remo y Canotaje José Smith Comas, donde ingresó en 2008.
Justo en su descanso del mediodía, luego de remar unos 12 kilómetros en la mañana, saca un tiempito para conversar con nosotros, sobre su regreso a los botes y sus principales aspiraciones.
En una entrevista previa me dijiste que tu decisión de apartarte del remo no era definitiva, ¿qué te hizo regresar de tu prematuro retiro?
Tras no poder clasificar a los Juegos Olímpicos de Río me decepcioné muchísimo y decidí apartarme un tiempo, pero antes de darme cuenta ya estaba extrañando el deporte, a mis compañeros y sobre todo las competencias. Yo comencé con 11 años, así que ya esto es parte de mi vida.
A poco tiempo del regreso vino Baranquilla y tuviste una gran actuación.
Sí, volví a mis picos máximos de rendimiento bastante rápido y me recuperé del descanso satisfactoriamente; de hecho creo que el receso me vino muy bien, pues me sentía muy fuerte.
Por eso en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, mi compañera Yariulvis Cobas y yo, ganamos una medalla de oro y una de plata. El oro lo esperábamos porque fue en nuestro evento fuerte, pero nos sentimos tan bien que decidimos lanzarnos en un evento nuevo y logramos la presea plateada.
Precisamente te has rencontrado con Yariulvis nuevamente, ¿cómo ha sido esta etapa?
Muy bien, nosotras remamos juntas desde 2011, poco antes de alcanzar aquel título Panamericano en Guadalajara; por tanto, nos volvimos a acoplar rapidísimo, nos sentimos tan bien que decidimos incorporar la modalidad de dos sin timonel y nos llevamos una de plata en Barranquilla, así que todo marcha como se esperaba.
¿Qué retos tienen a corto plazo?
Casi no hemos parado, desde el regreso de Colombia estamos preparándonos para el clasificatorio Panamericano que será en este mes de noviembre en Brasil. Allí tenemos muchas posibilidades, pero no debemos confiarnos pues tendremos botes de Estados Unidos, Canadá y Brasil, países de mucha tradición en el remo. Nosotras vamos por la mejor actuación posible y por lograr el boleto.
¿Y para más adelante?
Para el próximo año vendrán los Juegos Panamericanos de Lima, y queremos mejorar el bronce de Toronto, sabemos que es difícil pero vamos a batirnos con todo. Luego vendrá el clasificatorio olímpico donde también saldremos a dar el máximo para asistir a Tokio: ese es mi más grande sueño y espero poder cumplirlo.

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